Hubo unos años en Baeza en los que se disfrazaba mucha gente, mayores y pequeños, incluso había un concurso en el Teatro al que se presentaban comparsas y chirigotas. Últimamente, parece que quiere otra vez resurgir porque vemos que en otros pueblos lo viven mucho, pero aquí nos cuesta un poco. Quizás, necesitaríamos un “empujoncito” municipal.
Para organizar algo de carnaval hace falta más imaginación que dinero, y son tiempos para agudizar el ingenio.
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